23 de septiembre de 2009

...solo un destino!


Tal vez alguien escucho mis plegarias

o vio mis lágrimas caer

bajo mis largas noches en vela

porque en la calurosa noche de noviembre

en que mi almanaque marcaba

ya seis nuevas cruces

la luna y las estrellas pactaron un acuerdo

para que bajo un disfraz de encuentro

nuestros caminos tan distantes

y de larga trayectoria

sin rumbo fijo

se uniesen en un mismo punto

bajo un inimaginable cielo

en un tiempo estático

y que hoy!

perdura eterno en la memoria.

Esa noche

en que mis ojos

se reflejaron en los tuyos

ante tanta transparencia

esa noche

que el inconsciente no borra

porque aun hoy resulta incomprendible

que encontré ese compañero

en este viaje de la vida

y en este ritmo

este ritmo que junto elegimos seguir

cada cual formando su propio destino

los cuales la vida

transformo en uno

al cruzar nuestras rutas

distantes..

distantes, sin fronteras...

Larisa!

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusto mucho........